El acero corten es un tipo de acero realizado con una composición química que hace que su oxidación tenga unas características particulares que protegen la pieza realizada con este material frente a la corrosión atmosférica sin perder prácticamente sus características mecánicas.
En la oxidación superficial del aceero corten crea una película de óxido impermeable al agua y al vapor de agua que impide que la oxidación del acero prosiga hacia el interior de la pieza. Esto se traduce en una acción protectora del óxido superficial frente a la corrosión atmosférica, con lo que no es necesario aplicar ningún otro tipo de protección al acero como la protección galvánica o el pintado. En ambientes agresivos el acero corten se puede corroer a mayor velocidad (zonas costeras, áreas industriales, etc.), por lo que sería necesario aplicar un tratamiento anticorrosivo, con objeto de evitar dicha corrosión. Desde un punto de vista artístico, su color característico y sus cualidades químicas son muy valoradas por los escultores y arquitectos. Presenta gran versatilidad en la arquitectura.
Se ha reflejado en diversos escritos sobre integración de edificaciones y equipamientos en contexto rural (y también en el paisaje urbano) la conveniencia de que las ordenanzas y normativas homologuen materiales meteorizables o biocompatibles, es decir, que adquieran texturas y pátinas variables en función de la meteorología y la edad de la obra. La herrumbre y el verdín, de colores cambiantes según la estación del año, pueden ir recubriendo un tejado metálico, adecuadamente tratado, sin perturbar su misión de cobertura. En efecto, el color del entorno natural está en constante mutación, y una vía de adaptación preferible al camuflaje (elección de un color intermedio o abigarrado que permanece invariable) es la flotación cromática y textural que se consigue con las superficies meteorizables. Ésta es una característica inherente a muchos de los materiales de la arquitectura popular (tapias y tejados), pero es posible incorporarla voluntariamente en el diseño metalúrgico o sintético de los nuevos materiales. El acero corten, así como otros metales oxidados o tratados (el cardenillo por ejemplo), presentan condiciones favorables para ello. Numerosas obras de arquitectura en diversos contextos han sacado partido de las potencialidades expresivas e integradoras del acero corten. La pátina es un componente arquitectónico de intenso valor expresivo, que cabe codificar culturalmente.