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El
asbesto,
también llamado amianto,
es un grupo de minerales metamórficos
fibrosos. Están compuestos de silicatos de cadena
doble.
Los minerales
de asbesto tienen fibras largas y resistentes que se pueden separar y son
suficientemente flexibles como para ser entrelazadas y también resisten altas
temperaturas.
Debido a estas
especiales características, el asbesto se ha usado en una gran variedad de
productos manufacturados, principalmente en materiales de construcción (tejas para recubrimiento de
tejados, baldosas y azulejos, productos de papel
y productos de cemento con asbesto), productos de fricción
(embrague de automóviles, frenos,
componentes de la transmisión), materias textiles termo-resistentes, envases,
paquetería y revestimientos, equipos de protección individual, pinturas, productos
de vermiculita o de talco,
etc. También está presente como contaminante en algunos alimentos.2
Se ha
determinado por los organismos médicos internacionales que los productos
relacionados con el asbesto/amianto provocan cáncer con una elevada
mortalidad y por
ello, desde hace décadas, se ha prohibido su uso en todos los países
desarrollados, aunque se continúa utilizando en algunos países en vías de
desarrollo.
El asbesto en la naturaleza
Asbesto es el
nombre asignado a un grupo de seis materiales fibrosos diferentes (minerales
fibrosos o variedades fibrosas de minerales que no lo son) que se encuentran en
la naturaleza:
Todos estamos
expuestos a muy pequeñas cantidades de asbesto, generalmente de «crisotilo», en
el aire que respiramos. Por regla general, la cantidad que se registra en
interiores que no son centros de trabajo son parecidas a las del aire ambiente.3 Se ha determinado
que las cantidades que se encuentran en el aire en las zonas residenciales
cercanas a los centros industriales son más o menos las mismas que en las zonas
urbanas, y a veces ligeramente superiores. La incidencia de la exposición
natural al asbesto en el desarrollo de posteriores enfermedades se considera
inapreciable, excepto en el caso de poblaciones cercanas a lugares de
extracción de asbesto donde se ha constatado una mayor incidencia de
enfermedades relacionadas a ese asbesto.
Propiedades
Las excelentes
propiedades que presenta el amianto (aislantes, mecánicas, químicas, y de
resistencia al calor y a las llamas) y su relativo bajo costo, pueden explicar
sus numerosas aplicaciones industriales, así como el hecho de que figure, o
haya figurado durante muchos años, en la composición de muchísimos productos o
acabados industriales. Además, existen numerosos yacimientos en todo el planeta
y su costo de extracción es bajo.
Debido a estas
características, se le ha utilizado masivamente en diversos sectores: como
material de construcción en tejas, baldosas, azulejos, papel o cemento; en la
fabricación y reparación de automóviles, camiones y tractores (embragues,
frenos, juntas o componentes de la transmisión); en la fabricación, reparación
y mantenimiento de materiales ferroviarios; en la construcción naval,
reparación y desguace de barcos; en la siderurgia; en el sector eléctrico
(centrales térmicas y nucleares) y en diversos materiales textiles, envases o
revestimientos. Con la excepción del crisotilo, todas las formas de amianto son
muy resistentes a los ácidos y a los álcalis y todos se descomponen a altas
temperaturas (800-1000 °C) y por ello se han utilizado para protección ignífuga
de estructuras metálicas, trajes de bomberos y por ejemplo, la «crocidolita»,
se utilizaba en la fabricación de tuberías de presión y también como reforzante
de plásticos por su gran resistencia mecánica.
El «crisotilo»,
también conocido como «amianto blanco» es la fibra de amianto de mayor
utilización y representa el 94% de la producción mundial. La industria de fibrocemento es con mucho el principal
usuario de fibras de crisotilo y representa cerca del 85% del uso total
Con la Orden de
7 de diciembre de 2001
por la que se modifica el anexo I del Real Decreto 1406/1989, de 10 de
noviembre, por el que se imponen limitaciones a la comercialización y al uso de
ciertas sustancias y preparados peligrosos, BOE núm. 299 de 14 de diciembre, se
prohíbe la comercialización y utilización de todas las variedades de amianto.
Link al Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (Dependiente
del Ministerio de Trabajo, España)
El asbesto como agente cancerígeno
Los efectos del
asbesto sobre la salud son conocidos desde hace mucho tiempo, pues ya en el
siglo I, Plinio el Viejo,
en Roma, describía la enfermedad de los
pulmones de los esclavos que tejían ropa de asbesto.
Los antiguos alquimistas, creían que las extraordinarias
fibras del asbesto, procedían de «los cabellos de míticas y tóxicas salamandras resistentes al fuego» y lo
llamaron «lana de salamandra». La mortífera sustancia que segregaba la
salamandra envenenaba árboles frutales y las aguas de los ríos y pozos. Se dice
que 2000 caballos y 4000 hombres de Alejandro Magno perecieron en la India tras
beber en un arroyo envenenado por una salamandra.
Carlomagno poseía un mantel de fibras de
asbesto, con el que impresionaba con actos de fuego a sus huéspedes y
comensales, que limpiaba y blanqueaba simplemente con introducirlo en la
hoguera.
Durante la
segunda mitad del siglo XIII, el explorador Marco Polo visitó minas de
asbesto en China
describiendo el proceso de extracción del mineral descartando así
definitivamente los mitos y eliminando la antigua leyenda de la salamandra.
Fue en 1906
en Londres (Inglaterra) cuando fue descrito el
primer caso conocido de «fibrosis pulmonar por asbesto» en una trabajadora de
33 años, del área de cardado de una fábrica textil.
Desde 1935
se conocen los primeros trabajos que relacionan científicamente la exposición
al asbesto y cáncer de pulmón y en 1947 se describen los mesoteliomas de pleura y peritoneo
y, hoy día
se reconoce que el amianto es la más conocida de las sustancias industriales
relacionadas con el cáncer de pulmón
Hoy se tiene
absoluta certeza de dos tipos de cáncer producidos por exposición al amianto:
asbestosis, cáncer del pulmón y mesotelioma. No se reconoce una cantidad mínima del agente
causal por debajo de la cual un expuesto pueda considerarse seguro. El cáncer
de pulmón en trabajadores expuestos llega a ser hasta 10 veces más frecuente
que en la población general
Contaminación por asbesto industrial
Fibras de asbesto.
El asbesto
ocasiona enfermedad cuando es inhalado. La ingestión o el contacto con la piel
no son vías de ingreso demostradas como causa de enfermedad. Las fibras de
amianto son de tamaño microscópico, se desprenden con facilidad, no se
disuelven con agua o se evaporan e incluso se desplazan por el aire, ingresando
al pulmón con cada inspiración que se haga en un ambiente contaminado.
Las fibras de
asbesto pueden pasar al aire o al agua a causa de la degradación de depósitos
naturales o de productos de asbesto manufacturados. Las personas que trabajan
en industrias que fabrican o usan productos de asbesto o que trabajan en la
minería de asbesto, puede estar expuesta a altos niveles de asbesto. Las
personas que viven cerca de estas industrias también pueden estar expuestas a
altos niveles de asbesto en el aire. Las fibras de asbesto pueden liberarse al
aire al manipular materiales que contienen asbesto durante el uso del producto,
demoliciones, mantenimiento, reparación y renovación de edificios o viviendas.
En general, la exposición sucede cuando el material que contiene asbesto es
perturbado de manera tal que libera partículas o fibras al aire.
Las partículas
de asbesto no se evaporan al aire ni se disuelven en agua y pueden permanecer
suspendidas en el aire por largo tiempo y ser transportadas largas distancias
por el viento y el agua antes de depositarse. Las fibras y partículas de mayor
tamaño tienden a depositarse más rápido. El agua potable puede también contener
asbesto, por ejemplo procedente de tuberías de fibrocemento que
contienen asbesto.
Las fibras de
asbesto no pueden movilizarse a través del suelo. Generalmente no son
degradadas a otros compuestos y permanecerán virtualmente inalteradas por largo
tiempo.
Estas
enfermedades tienen un largo «tiempo de latencia» (tiempo que transcurre entre
la inhalación de la fibra y la aparición de la enfermedad) que puede superar
los 30 años. Así, por ejemplo, en Alemania, como en muchos otros países, se han
elaborado curvas de seguimiento uso/enfermedad, dando como resultado que a
pesar de haber discontinuado el uso del asbesto en los años noventa, el mayor
número de enfermedades se espera para dentro de 20 años. En Estados Unidos en
el año 2000 fallecieron 1.493 personas por cáncer de pulmón relacionado con la
exposición al amianto (o asbestosis), frente a las 77 de 1968. Siendo en el
mismo año 2000 la principal causa de muerte por enfermedad profesional en el
Reino Unido. Los casos de cáncer de pulmón relacionados con la exposición al
amianto, denominado MPM (Mesotelioma Pleural Maligno), aumentarán en España
hasta el medio millar al año, a partir de 2015. Actualmente se registran en
España entre 250 y 300 casos anuales de MPM, un tipo de cáncer de extrema
mortalidad, que en un 85 por ciento de los casos se vincula a la exposición
laboral al amianto.
Fibras de asbesto afectando tejido pulmonar.
El asbesto
afecta principalmente a los pulmones y a la membrana
que envuelve a los pulmones, la pleura. El
amianto/asbesto provoca principalmente dos tipos de enfermedades: Cáncer
y asbestosis
Respirar altos
niveles de fibras de asbesto por largo tiempo o tener exposición corta a altos
niveles de asbesto, pueden producir lesiones que parecen cicatrices en el
pulmón y en la pleura. Esta enfermedad se llama asbestosis; fue la
primera enfermedad
pulmonar que se relacionó con el amianto y puede producir incapacidad y muerte.
Se define como
una fibrosis intersticial difusa de los pulmones, derivada de la exposición al
polvo de amianto y, por lo tanto, se presenta comúnmente en trabajadores
expuestos al asbesto. Las personas con asbestosis, debido a esas cicatrices en
el pulmón, tienen dificultad para respirar, a menudo tiene tos, y en casos
graves sufre dilatación del corazón.
Respirar
niveles de asbesto más bajos puede producir alteraciones en la pleura,
generando las llamadas «placas». Las placas pleurales pueden ocurrir en
trabajadores y ocasionalmente en gente que vive en áreas con altos niveles
ambientales de asbesto. Los efectos de las placas pleurales sobre la
respiración generalmente no son serios, pero la exposición a niveles más altos
puede producir un engrosamiento de la pleura que puede restringir la
respiración.
El Departamento
de Salud y Servicios Humanos (DHHS), la Organización
Mundial de la Salud (OMS/WHO) y la Agencia de Protección Ambiental (Environmental
Protection Agency - EPA) de los EE. UU. han determinado
que el asbesto es carcinógeno para seres humanos.
Se sabe que
respirar asbesto puede aumentar el riesgo de cáncer en seres humanos. Hay dos
tipos de cáncer producidos por exposición al asbesto: cáncer de pulmón
y el mesotelioma.
Los primeros
informes que relacionaban el cáncer de pulmón y el asbesto datan de 1935.El cáncer producido por el
asbesto no aparece
inmediatamente, sino que se manifiesta después de varios años (el mesotelioma pleural
suele tener un tiempo de latencia de entre 20 y 40 años). Los estudios en
trabajadores sugieren también que respirar asbesto podrían aumentar las
posibilidades de contraer cáncer en otras partes del cuerpo (estómago, laringe,
intestino, esófago, páncreas y los riñones). La identificación y el tratamiento
tempranos de todo cáncer pueden aumentar la calidad de vida y la supervivencia
de la persona.
Los
síntomas
habituales son: pérdida de apetito y de peso, el cansancio, el dolor torácico,
la hemoptisis o expectoración de sangre y la dificultad respiratoria
Se planteó que
la combinación de exposición al asbesto y al humo de cigarrillo
aumentaba
considerablemente las posibilidades de contraer cáncer de
pulmón.
Aunque se considera en esta combinación al asbesto como el principal causante
de la muerte, por encima del hábito tabáquico. Generalmente las empresas
productoras se escudan, aun en la actualidad, en la posible incidencia del
tabaquismo en el desarrollo del cáncer, pues la mayoría de la población fabril
era fumadora en las épocas de mayor utilización del amianto. Diversas
sentencias judiciales han descartado, dependiendo de los niveles de exposición,
que la incidencia del hábito tabáquico sea superior a la del amianto para el
desarrollo del cáncer de origen laboral.
Multitud de
muertes por cáncer, que anteriormente se diagnosticaban sólo como debidos a
cánceres de pulmón, son actualmente considerados producidos por el asbesto,
pero sólo si se realiza una correcta autopsia del fallecido, por lo que las
estadísticas al respecto no son del todo fiables
Existe
controversia acerca de si el crisotilo tiene mayor o menor potencia
cancerígena que el resto de variedades del amianto
Según unos
informes médicos, en el pueblo barcelonés de Sardañola del
Vallés (España) el rastro letal
del amianto producida
por
la empresa Uralita ha dejado en la zona 149 casos de enfermedades mortales
desde 1997.
Mesotelioma
El mesotelioma pulmonar es un tumor maligno
primario de las superficies mesoteliales, que suele afectar a la pleura y, en
un menor número de casos, al tejido que envuelve la cavidad abdominal (el
peritoneo).
Diagnóstico y detección precoz
Los niveles
bajos de asbesto pueden medirse en la orina,
las heces, líquidos mucosos
o en lavados pulmonares de la población general. Los
niveles mayores al promedio tolerado de fibras de asbesto en tejidos, pueden
confirmar la exposición, pero no pueden predecir si afectará la salud.
Para evaluar
enfermedades relacionadas a la exposición al asbesto se necesita una historia
completa, un examen físico, y pruebas de diagnóstico. La radiografía de tórax es la mejor herramienta para detectar
cambios en los pulmones que resultan de la exposición al asbesto. Pruebas de
función pulmonar y sondeos computarizados en tres dimensiones del pulmón
también ayudan en el diagnóstico de enfermedades relacionadas con el
asbesto.
Hoy día,
gracias a los avances médicos, es posible realizar controles a las personas
expuestas al amianto y detectar precozmente las enfermedades derivadas de dicha
exposición lo que posibilita una intervención rápida de extirpación del tumor o
la radioterapia de la zona afectada, siendo los métodos de detección que
seguidamente se detallan usuales y cotidianos en cualquier hospital de los
países más desarrollados, por lo que deberían formar parte del chequeo
rutinario y periódico de toda persona expuesta:
Identificación de un material con amianto
En un corte
transversal o en lugares dañados del material con asbesto/amianto, se puede
observar si se trata de un material sospechoso de generar peligro potencial,
fijándonos en si dicho material está compuesto por fibras.
Si usted es un
particular y encuentra algún material sospechoso de contener asbesto, debe
ponerse en contacto con una empresa especializada que le informará sobre como
actuar con las medidas de seguridad adecuadas. Conocer los productos10
en los que se ha usado amianto puede ayudar a identificarlo. La única forma de
asegurar que un determinado material contiene amianto es mediante un análisis
en un laboratorio especializado.
Prohibición del
asbesto/amianto
En 1991 el Banco Mundial estipuló, como política, su
preferencia de no financiar la manufactura o el uso de productos conteniendo
asbesto.
El
asbesto/amianto (en sus cinco formas anfibólicas: amosita, antofilita,
actinolita, crocidolita y tremolita) está prohibido por el Convenio de
Róterdam, firmado por más de cien países, no sin cierta polémica
con los países que todavía exportan asbesto. El asbesto de crisotilo es el primer producto
químico que ha enfrentado una significativa oposición en la convención de
Róterdam. Muchos observadores expresaron su preocupación de que esta decisión
puede sentar un precedente para futuras discusiones sobre productos químicos
económicamente importantes, temiendo que los intereses económicos y comerciales
puedan superar preocupaciones ambientales y sanitarias. «Las objeciones de
Canadá y de Rusia para enlistar los asbestos de crisotilo son vergonzosamente
egoístas, protegiendo a exportadores domésticos interesados en la venta de este
peligroso químico en el exterior» dijo Clifton Curtis, director del Programa
Global de Productos Tóxicos de WWF.
El gobierno canadiense defendió su acción, al decir «Si es agregado (a la
lista), puede ser percibido por algunos países como señal de que el crisotilo
es prohibido». Los productos químicos en la lista se pueden exportar solamente
de un país a otro con el permiso del gobierno del estado de importación.
El amianto ha
sido prohibido en los siguientes países: Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Austria, Bélgica, Chile,
Dinamarca, Emiratos Árabes, Eslovenia, España (en 2001), Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Holanda,
Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, República Checa, Suecia, Suiza y Uruguay y ha sido restringido severamente
en Australia y Brasil.
Debido a la
peligrosidad del material, en Estados Unidos la manipulación
del asbesto
corre habitualmente a cargo de miembros de las clases más desfavorecidas
socialmente.
La EPA
establece que la eliminación de cualquier residuo de asbesto debe hacerse
mediante métodos muy cuidadosos, procedimiento que en algunos casos no se practica,
pues hay compañías que anteponen las ganancias que puedan obtener por la rápida
realización de sus trabajos a la seguridad de sus trabajadores.
La incidencia
judicial de las demandas de responsabilidad en Estados Unidos llevó a la
quiebra de las principales empresas productoras, algunas se declararon
insolventes en virtud del llamado «Epígrafe 11», relativo a la quiebra
financiera, por la cual un Tribunal puede aprobar la reorganización de la deuda
mientras la compañía sigue operando. El costo global de la cobertura de las
víctimas de estas afecciones es tan elevado que desequilibra peligrosamente los
regímenes de indemnización de enfermedades profesionales.
En Estados
Unidos, casi cincuenta mil personas por año presentan una denuncia a causa de
enfermedades provocadas por el amianto. Las empresas aseguradoras
estadounidenses gastaron 21.600 millones de dólares en estas enfermedades hasta
el año 2000. Además, las empresas acusadas debieron desembolsar 32 mil millones
de dólares. Las solicitudes de indemnización podrían alcanzar los 260 mil
millones de dólares en EE.UU.
El asbesto
volvió a ser tema de polémica tras los atentados del World Trade
Center
en Nueva York del 11 de septiembre de 2001,
en los que, tras el derrumbe de los edificios, se liberaron varios kilogramos
de este material pulverizado a la atmósfera.
Los Gobiernos
francés y alemán destinan, cada uno, más de mil millones de euros por año a la
indemnización de enfermedades derivadas del amianto.14
La propia
Comisión Europea habla de una epidemia de 500.000 muertes en los próximos
años, una cantidad 10 veces superior a la de accidentes de trabajo. Se estima que el
cáncer
por exposición al amianto provocará más de 200.000 muertes durante la próxima
década en el Reino Unido.
El 4 de mayo de
1999, la Comisión Técnica de la Unión Europea aprobó la prohibición de uso de
cualquier tipo de amianto a partir del 1 de enero de 2005 para aquellos países
que todavía no lo prohibieron y en el año 2006 la UE inició una campaña contra
el amianto bajo el expresivo lema: «¡El amianto es mortal!».
En virtud de
una directiva de la Unión Europea
(UE), todos los Estados Miembros han debido prohibir la comercialización y el
uso de cualquier tipo de asbesto.
En España comienza a utilizarse sin ningún
control a partir de los años cuarenta, con el nivel de uso más alto en la década de
los setenta tras el despegue industrial, continuando su uso en actividades muy
concretas hasta el año 2001, en que se prohíbe totalmente su utilización.
La mayoría de
edificios construidos en España entre 1965 y 1984 contienen amianto, bien en
sus elementos de construcción o bien en sus instalaciones. Algunos expertos
estiman que los ciudadanos de España viven entre tres millones de toneladas de
amianto. Numerosas empresas introdujeron en España productos realizados con
amianto.
Los casos de
cáncer de pulmón relacionados con la exposición al amianto, denominado MPM (mesotelioma
pleural maligno), aumentarán en España hasta el medio millar al año,
a partir de 2015; actualmente se registran en España
entre 250 y 300 casos anuales de MPM, un tipo de cáncer de extrema mortalidad,
que en un 85% de los casos se vincula a la exposición laboral al amianto y
frente al que, hasta ahora, no existía ningún tratamiento farmacológico pese a
que sólo un 5% de los afectados son susceptibles de ser intervenidos
quirúrgicamente.
Actualmente,
debido al excesivo tiempo que tarda el cáncer en manifestarse, los
fallecimientos se deben a personas que trabajaron con este material hace
décadas en industrias de fundición, navales..., en algunas zonas industriales
como Ferrol (Galicia), Oviedo (Asturias) y ciertas zonas del País Vasco, donde el incremento de cáncer
se ha disparado en los últimos años, siendo superior a la media estatal,
aumentándose cada año el número de casos en los que se reconoce la incidencia
del amianto en el desarrrollo del cáncer. Judicialmente se empiezan a reconocer ciertos
derechos a los afectados y a los familiares de los fallecidos.
La
regulación
en España relacionada con el amianto se inició ya en 1940
y desde 1947 era obligatorio para las empresas
realizar controles de los niveles de exposición de los trabajadores al amianto.
La normativa básica es el Reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto,
aprobada por una orden ministerial en 1984,
que se complementa posteriormente con normas complementarias y algunas
modificaciones.
De acuerdo con
el R.D. 363/1995, relativo a notificación de sustancias nuevas y
clasificación, envasado y etiquetado de sustancias peligrosas, el amianto está
incluido en la lista armonizada contenida en el anexo I y clasificado como
tóxico y cancerígeno de categoría 1 y tiene asignadas las frases R y S
siguientes:
En diciembre de
2001
España se adelantaba mediante la Orden Ministerial de 7 de
diciembre de 2001
al plazo máximo previsto hasta 2005 por la UE, para prohibir la
comercialización y utilización de crisotilo (amianto blanco) que era el
único
tipo que todavía seguía siendo utilizado en España, sobre todo en la forma de fibrocemento o uralita, puesto que otras
variedades como
el «amianto azul» y el «amianto marrón», fueron prohibidas en España en 1984
y 1993 respectivamente. Pese a las distintas
prohibiciones y regulaciones numerosas empresas continuaron en España utilizando
amianto en materiales de protección personal como guantes o delantales
termo-resistentes, entre otros, que facilitaban a sus trabajadores.27
Obligaciones del empresario del amianto: Pese a la prohibición del
amianto, existe una normativa profusa que regula las obligaciones de seguridad
que deben respetar trabajadores y empresarios. En cuanto a las empresas que
realizan trabajos con riesgo de exposición al amianto, tienen la obligación de
inscribirse en un registro especial y presentar un plan de trabajo detallado
antes de acometer cualquier obra que implique la manipulación de este material
y por supuesto al obligado cumplimiento del resto del Reglamento de Trabajos
con Riesgo por Amianto:
Actuales países exportadores e importadores
Hacia 1900, la
cantidad extraída en el mundo era de alrededor de 30.000 toneladas anuales. La
explotación de amianto aumentó constantemente hasta alcanzar un pico en 1975,
año en que se extrajeron casi 5 millones de toneladas. Tras los escándalos en
1995 bajó a 3 millones de toneladas.
Hoy día países
como Canadá y Zimbawe, que son los dos mayores
exportadores, junto con China, Rusia, Perú y Brasil siguen comerciando y
enviando asbesto a otras partes del mundo, siendo sus trabajadores afectados
por las enfermedades que provoca.
Pese a que Canadá fue uno de los primeros países en
prohibir la manipulación del amianto con una severa regulación, en la
actualidad es uno de los principales exportadores, a países que inician su
desarrollo y en los que no existe legislación restrictiva de estos productos
como India y sus respectivos mercados y zonas de
influencia. Dicha actitud ha generado numerosas protestas internacionales.30
Otros países
desarrollados llevan también a reciclar su asbesto a países en vías de
desarrollo
Asociaciones de afectados
Debido a la
incidencia del amianto en las muertes de trabajadores expuestos, existen
organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan por la defensa de sus derechos y
los de sus familiares.
Curiosidades
Notas y referencias
Lo que se prohibió fue el
fibrocemento con asbesto o amianto a sus
fabricantes, no a nosotros. Uruguay está lleno de techos de fibrocemento con
asbesto, en Montevideo y el interior. Pero no son tóxicos, porque el asbesto ya
está encapsulado en el cemento. Lo que es peligroso es su inhalación mientras
se fabrica. Ahora se utiliza fibra de celulosa. Hay muchos mitos sobre este
tema. Cualquier esquina de la ciudad está llena de pequeñas partículas de
asbesto que la gente aspira, pues se utiliza en los frenos de los automóviles.
Usted corre más riesgos en las calles 18 y Ejido que bajo un viejo techo de
fibrocemento con asbesto. Las viviendas Umissa tampoco son de plástico, salvo
las llaves de luz o tableros, como en cualquier hogar. Si mañana se prohibiera
el plástico —lo que sería absurdo— utilizaríamos otro componente.
Periodista: Hábleme del
amianto. ¿Qué magnitud puede tener el problema?
Uzkudún: Hay datos oficiales de la Agencia Europea de Salud en el Trabajo:
21.000 muertos por amianto en Europa. Hoy mismo me han notificado una nueva
incapacidad absoluta por mesotelioma en Luzuriaga, en Usúrbil. En toda la siderurgia y la
industria naval, los trabajadores hemos comido amianto por un tubo. Ahora
empieza a salir de manera aplazada, y por eso debemos no repetir los errores
con la sílice cristalina, con el polvo de madera.
Jesús Uzkudún, responsable de salud laboral de CC. OO. de Euskadi
Canadá es uno de los mayores
exportadores de asbesto, y nosotros nos
dirigimos a su gobierno para mostrarle que los trabajadores en diferentes
partes del mundo están preocupados por su menosprecio a la salud ocupacional y
publica de los ciudadanos y trabajadores alrededor del mundo. Rusia, China y
Brasil son también grandes productores y exportadores de asbesto y tenemos que
convencerlos de utilizar otros materiales alternativos. Sin embargo, sus
gobiernos, a diferencia del gobierno canadiense, no financian las campañas de
publicidad masivas en los países en desarrollo para convencerlos de que el
asbesto es perfectamente seguro. Este es un comportamiento amoral y de una
descarga social de la clase más cínica. Mientras que 40 países industrializados
han prohibido el asbesto y están utilizando materiales alternativos, países en
desarrollo son objetivo de los vendedores de asbestos quienes niegan los
peligros en la salud con tal de obtener ganancias.